LOS CHARRÚAS, LA TIERRA Y LA EMIGRACIÓN.
1-Muchas cosas han cambiado desde aquellos tiempos de la patria vieja, hasta nuestros días. Todo un siglo ha pasado cambiando la cara de la civilización, hasta hacer del planeta ,un pretendido espacio interactivo global, donde las distancias y las diferencias se olvidan.
Pero, una etnia natural de esta banda, apenas sobrevive aún, al paso inexorable del progreso y del desarrollo.
Son los charrúas, y sus descendientes, poseedores desde edad remota de los principales derechos sobre la tierra, su propio hábitat, su alimento, su trabajo libre, su techo,… su querencia.
El indio había olvidado sus rencores, de patriota traicionado por sus jefes. Había enterrado los símbolos de su compromiso guerrero por la defensa de los límites de la Nación.
Esos límites que el transitó mil y una vez, libre, ignorante de las implicancias que tenían su modo productivo original, en una tierra que había sido regulada, regimentada, segmentada… privatizada.
Era el gran latifundio, repartido entre propios y vecinos.
Ya apenas recordaba a su padre, el gran protector. El héroe, al que tanto agradecían los de su tribu, el favoritismo en que los había colocado frente al resto del paisanaje criollo.
La guerra había resultado en derrota, los tenientes del General habían traicionado a su superior, el enemigo se había enseñoreado por años de la tierra, trastocando los planes de reforma agraria de los orientales.
Hoy, nuevamente independiente, la República se prepara para un nuevo acto eleccionario, y ya se han visto surgir las facciones que están disputándose la supremacía.
Pero para un oriental liso y llano, las urgencias de la vida cotidiana, el proveer a su propio sustento, son los temas prioritarios. El pueblo apenas sigue los avatares de la política, y presta más atención a los rumores que anuncian un nuevo arreo de ganados para contrabando, un nuevo embarque de cueros clandestino, una nueva changa por los campos de la vaquería del mar.
Muxica, pasados sus años mozos, hoy es totalmente responsable de su destino.
Pero aún no se ha integrado a la actividad económica imperante… y no se explica porqué…
Quizás su espíritu demasiado libre para soportar la coyunda paisana, o la diferencia en su educación, desprovista de una fé, (que los criollos dicen tener), y que él, que no es indio misionero, conoce, pero no atiende.
Tampoco, tiene huestes que lo sigan, vive aislado, escondido a monte, solitario.
Es poco creíble que pueda cambiar su condición, por su edad y porque esta soledad no molesta a sus vecinos, que más bien lo ven como un personaje pintoresco, que como una amenaza latente.
Es un indio, no un criollo,… nunca va a entender…
2-La aventura es un genio díscolo, evasivo,caprichoso que vive siempre en estado salvaje.
Una mujer hermosa hasta la muerte; un peligroso animal asiático; una secta secreta de iluminados; ciertos perfumes de propiedades misteriosas; una capilla en medio del campo donde una falsa virgen seduce incrédulos;un montículo de piedras, construido con perfecta e increíble armonía y exactitud.Todos estos son los elementos de la aventura.
Será un hombre, Don Carlos, el padre de María; el estanciero gringo, el que desnude la entreverada trama de sucesos que permitirán comprender lo aparentemente inexplicable… aunque desgraciadamente, la razón llegará cuando la vela que llora una muerte se haya extinguido, y lo irreparable sea una explicación final.
Es esa la aventura que se cuenta en esta historia?
Si lo es, aparece como punto de arranque, como desencadenante, como justificación inicial, y de ningún modo permite cerrar un argumento a su alrededor.
La muerte nunca fue buena como explicación final,si lo es el accidente.
Y es así que el personaje principal de esta historia, vivirá una sucesión de hechos fortuitos, que determinaran su destino.
Por eso Muxica, más que un sobreviviente, resulta ser un ser que transcurre sujeto a mayores incertidumbres que sus paisanos,y esa condición le permite ser eje de acontecimientos, esos sí, provistos de un fin, de una explicación.
3-Hoy, en esta “tierra de ningún provecho”, los viajes , los escapes, las fugas,se planifican desde lo virtual hacia lo real.
Todavía existen puertos de embarque, de personas y mercaderías, todavía hay fronteras para superar, todavía el pueblo busca en el pueblo las novedades que anuncien un futuro mejor.
Hoy también, los políticos se reparten la herencia de la revolución artiguista, y el reparto de tierras sigue siendo un tema de agenda ministerial.Pero el oriental liso y llano vive apretando el cinturón de sus ahorros, y sueña con destinos de ultramar.
Sentado en su altura, el indio ha predicho un conflicto fratricida.Y como dice el poeta:
“los hermanos sean unidos, esa es la ley primera.Que si no se unen, los devoran los de afuera”.
Mientras tanto, la compañía del oriente espera fondeada en nuestra bahía,y solo piensa en dar y recibir.Porque nos ama.
El autor
Abril de 2008.
http://www.muxicalahistorietacharrua.blogspot.com/
